jueves, 25 de octubre de 2012

LA VIDA ES BELLA

Esta película en 1997 dirigida y protagonizada por Roberto Benigni. Ganadora de tres Oscar por Mejor banda sonora, Mejor actor y Mejor película extranjera, la película está basada en el libro Al final derroté a Hitler, de Rubino Romeo Salmoni. Como curiosidad, la película está co-protagonizada por Nicolett Braschi, la mujer de Benigni. Nos situamos en el año 1939, el año en el que se termina la época de entreguerras y empieza la segunda guerra mundial. Una época caracterizada por los totalitarismos como el Fascismo italiano. La película La vida es bella la podríamos dividir en dos partes muy bien diferenciadas: Una primera en la que hay un cruce entre comedia y romanticismo, y una segunda en la que domina la crudeza de la Italia fascista en la segunda guerra mundial y sus consecuencias para los judíos. En la primera parte, nos encontramos Güido, un joven que llega a Arezo, un pueblecito de Italia. Güido se instala en casa de su tío, y se pone a trabajar en su restaurante. Allí con su encanto y artimañas, entablará una relación con un médico que posteriormente estará al servicio del ejercito nazi. Güido se enamora profundamente de Dora una joven maestra de Arezo. Con sus estratagemas y hábiles cortejeos consigue conquistarla, se casan y tienen un hijo llamado Josué. Por aquel entonces, aparecen las primeras actuaciones de los fascistas contra los intereses judíos. A partir de este momento empieza la segunda parte de la película, Güido, es propietario de una librería que será el objetivo de los nazis. Ante la invasión alemana, todos los judíos son deportados a campos de concentración y entre ellos Güido, Josué y a su tío utilizándolos en mano de obra para fábricas de armamento. Dora, la mujer de Güido no es judía, pero no permite que la separen de su marido y su hijo y exige a los soldados que paren el tren y sube. Aquí empiezan las escenas más dramáticas de la película pero el director y actor, con gran habilidad, logra ocultar el dolor, las angustias y miedos de los judíos. De camino hacia el campo de concentración, Güido con su extraordinario carácter engaña basándose en mentiras a su hijo Josué para que no sea consciente del lugar hacia donde se dirigen. Haciendo uso una vez más de su ingenio, consigue que su hijo se tome aquella deportación como un juego en el que deben ir acumulando puntos para ganar el magnífico tanque, con el que tanto soñaba. Los militares nazis separan a hombres y mujeres, “eliminando” a todos aquellos que no les son útiles: niños, ancianos, enfermos...A Josué no le gusta nada aquel lugar, no puede salir a jugar, pasa hambre, quiere ir con su madre ; pero de nuevo la fuerza de la imaginación del padre logra que Josué se siga tomando aquello como un juego situamos en el año 1939, el año en el que se termina la época de entre guerras y empieza la segunda guerra mundial. Una época caracterizada por los totalitarismos como el Fascismo italiano. El fascismo se creó a causa de la crisis social, paro y pobreza, y a causa de la crisis moral provocada por la frustración que sintió después del Tratado de Versalles. Su objetivo era crear una Italia fuerte y unida, acabando con los judíos, exaltando la violencia y la guerra para ser grande y exaltar el patriotismo. Ricos y pobres podían pertenecer a un mismo origen étnico, pero las diferencias sociales estaban claramente marcadas. El antisemitismo representa una de las formas más extremas y violentas del racismo, responsable del genocidio de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. La idea del dominio de una 'raza superior', que constituía la base ideológica del Holocausto, engendró fenómenos de rechazo, de odios, de expulsiones y finalmente llevó al genocidio.Por regla general, este sentimiento de superioridad va acompañado de la convicción de que las otras razas suponen un peligro, o son susceptibles de generar desórdenes sociales. La vida es bella fue galardonada con más de 50 premios internacionales, entre los que se incluyen cuatro premios Óscar, el Gran Premio Especial del Jurado del Festival de Cannes, el César a la mejor película extranjera y el Goya a la mejor película europea. MATTHEW LIPMAN MATTHEW LIPMAN (filósofo, educador,) lógico e investigador sobre pedagogía estadounidense. Lipman fue el iniciador, el teórico y el líder en el desarrollo de la filosofía para niños. Su trabajo tuvo como objetivo promover la enseñanza generalizada de la filosofía y una adaptación del concepto de la capacidad de pensar por sí mismo. Lipman desarrolló una teoría y práctica, inspirada en el trabajo de John Dewey, que se convierte en totalmente innovadora: creación de un pensamiento racional y talleres creativos a través de una discusión filosófica (para niños o adultos). El conjunto se apoya en las novelas filosóficas ("narrativa manual") y libros ("guías didácticas"). Su primera novela filosófica, El descubrimiento de Harry Stottlemeyer, para niños de 10 años, muestra las etapas de los niños para llegar a la lógica formal. Mucho más que permitir a los niños y a los jóvenes científicos un aumento de las habilidades académicas, la atención y el ideal de Lipman, a través de su método, es el desarrollar el pensamiento crítico, o la razón, a cada individuo ("razón" se entiende aquí en el sentido humanista de la Ilustración, como la facultad del sentido común que se opone a las pasiones y el oscurantismo). Esta razón o el pensamiento reflexivo, garantiza la libertad de pensamiento (considerado en sí mismo) y por tanto las libertades civiles que se expresan a través de la democracia (donde el bien común se realiza mediante el intercambio de ideas, el respeto y la escucha). Fue uno de los filosofo que se dedico a la filosofía educador y al desarrollo de los niños, Filosofía para niños (FpN) es una propuesta educativa que brinda a los niños instrumentos adecuados en el momento en que comienzan a interrogarse acerca del mundo y de su inserción en él. Es un programa sistemático y progresivo especialmente diseñado para niños y adolescentes desde los 3 hasta los 18 años. A partir de temas tradicionales de la historia de la Filosofía y, mediante un conjunto de pautas metodológicas, cuidadosamente planificadas y experimentadas, que rescatan la curiosidad y el asombro de los niños y las niñas, se propone estimular y desarrollar el pensamiento complejo (high order thinking) del otro en el seno de una comunidad de indagación. En esta comunidad, en la que sus miembros trabajan para ser capaces de entender el punto de vista de los demás y se esfuerzan solidariamente por descubrir el sentido del mundo y de la sociedad en la que viven es donde se lleva a cabo el programa. FpN, creado en 1969 por Matthew Lipman (EE.UU.) y que se aplica, actualmente, en más de cincuenta países de todos los continentes, no se propone convertir a los niños en filósofos profesionales, sino desarrollar y mantener viva en ellos una actitud crítica, creativa y cuidadosa del otro (caring thinking). Para ello se apoya en: • un conjunto de relatos filosóficos que sirven como textos básicos de lectura y como disparadores para la discusión filosófica, • libros de apoyo para el docente que ponen a su disposición variados planes de discusión y ejercicios que facilitan la consecución de los objetivos propuestos, • un programa de formación para docentes, que les permita extraer todas las posibilidades de los relatos y asegurar un desarrollo secuencial de las destrezas propuestas, • una metodología pedagógica tendente a transformar el aula en una comunidad de indagación.

UN ESPÍRITU JOVEN

Durante el encuentro del modelo ONU, con jóvenes de colegios de la ciudad, llevado a cabo el fin de semana en la Universidad Javeriana, otro joven se le acerca para que le firme su libro. “Doctor, yo trabajo con unos amigos y lideramos un proyecto… yo sueño con que el proyecto sea grande”. Cuero ríe. “¡Deje de soñar y haga algo!”, le responde. “Escríbame y resolvemos eso”. Cuero tiene un espíritu joven, tal vez porque pasa largo tiempo trabajando con muchachos en su fundación Parques de la Creatividad, centros de práctica donde los chicos trabajan voluntariamente desarrollando creaciones. Cuero califica éste como su mejor invento y dice que ha sido “emocionante, estimulante y comprometedor” el trabajo con sus pupilos, quienes ya han registrado varias patentes. Cuando habla, Cuero suena amigable y por eso la gente lo oye. Confiesa que tal vez sea esa una de las razones por las cuales ha llegado donde está. Dice que su ecuanimidad le ha ayudado a llegarle a la gente. Agrega que gracias a que es creativo no le da miedo compartir. “Cuando uno es inventor no tiene problema en darles a los demás, ni cosas materiales ni sentimentales, porque sabe que las puede crear de nuevo”, reflexiona. Un hombre de tez oscura como la suya se acerca a él. “A mí se me llena el alma de alegría de ver cómo usted ha triunfado”. Cuero ríe, le pregunta si es “de la misma tierrita que él” y el hombre contesta que es de otro lado. “Ánimo, mi hermano. Y nada de sentirse menos, jamás”, dice mientras lo abraza. El científico, que se ha convertido en un ejemplo para muchos, narra que ha vivido la discriminación de cerca innumerables veces. En su nuevo libro cuenta estas anécdotas, que más allá de derrumbarlo, le han motivado y ayudado a fortalecer su capacidad de crear. “Cuando hago una invención estoy contribuyendo a la sociedad y automáticamente me estoy integrando en ella. Me han discriminado por ser colombiano, por mi fenotipo, por no haber sido rico, pero con la creatividad he logrado convertir esas cosas negativas en positivas”. Siempre sonriente, Cuero culmina la entrevista contando la moraleja de uno de sus libros preferidos. “Juan Salvador Seagle”, dice con su inglés perfecto. “Juan Salvador Gaviota”, aclara. Según él, la enseñanza de esta obra es que “uno se hace en el proceso, no en la llegada”. “Hay que aprender a disfrutar todo lo que se hace. Yo disfruto aquí mientras hablo con usted, igual que cuando hago las cosas grandes. Uno tiene que estar preparado para tomar ventaja de la experiencia que está buscando. La vida es lo que está sucediendo, mientras uno está haciendo planes”. El creacionismo, el determinismo y el alma El debate ha vuelto a estar de moda en el ámbito escolar de Estados Unidos: evolucionistas contra creacionistas; ciencia contra religión. ¿Hay que erradicar alguna de las dos? Rodolfo Llinás: Hay que erradicar el creacionismo. Eso impide a la gente pensar claramente. También hay un término medio de moda, el diseño inteligente, que dice que la evolución existe pero está prediseñada, que la vida es tan especial que tuvo que ser generada de un modo dirigido. El problema es que esa manera de pensar niega muchas cosas que se saben del sistema evolutivo: que ciertas mutaciones en el ADN producen seres que no van a subsisitir, y que solo sobreviven las soluciones buenas. El creacionismo evolutivo suprime la selección natural. Y no, uno sabe que esto no está diseñado. ¿Qué disparó la evolución del cerebro humano? Lo más probable es que haya sido la postura. El simio humano aprendió a caminar en dos piernas y esa postura equilibrada le permitió tener un cerebro más grande. La postura también ensanchó la pelvis, lo que igualmente hizo posible que nacieran animales con el cerebro más grande: el número de células de un cerebro está limitado por el canal por el que nace. La destreza de las piernas de adelante, que llamamos brazos, también nos dio una ventaja increíble, así como el cambio de la estructura de la laringe: podemos producir fonación y por tanto, lenguaje hablado. Y de ahí al lenguaje escrito hay un paso muy pequeño. Otro debate de moda: el determinismo, saber hasta qué punto nuestro comportamiento está programado en nuestros genes. ¿La educación que recibimos moldea nuestros cerebros, o lo que seremos ya está escrito? El cerebro es enormemente plástico, pero limitado. Su situación inicial da ventajas o desventajas. Definitivamente, nacemos con muchas capacidades, son heredadas. Pero no solo hay causas genéticas, sino también epigenéticas. CARMEN LETICIA RAMOS MOLINA DIDÁCTICA DE LA BIOLOGÍA